En el AVE a Barcelona, reflexionando sobre el trabajo realizado en los últimos días. Vengo de una excelente experiencia, en la que ha quedado demostrado que hay enfoques que funcionan de verdad en la práctica. Dos días literalmente "encerrados" para desarrollar un VSM (Value Stream Mapping) de un proceso estratégico con un cliente. Al acabar, valor añadido a raudales. Tres claves para que esté funcionando. La primera, un grupo de directivos con una excelente predisposición para aportar, absolutamente desprovistos de falso orgullo, poniendo encima de la mesa todas sus “supuestas vergüenzas profesionales” y con una gran motivación para aprender y mejorar. Por la posición que ocupan cada uno de ellos, hubieran podido adoptar una actitud mucho más distante y reservada, pero no lo han hecho. Se han mojado hasta el fondo y, sin dudar han puesto encima del tapete todas aquellas cosas que creían que tenían que mejorar. La segunda clave, la excelente conducción realizada por Josep Aguilar de Crealor un “profesional como la copa de un pino” con el que tengo el honor de compartir partenariado en este proyecto. La tercera clave, sin duda, el enfoque. Esfuerzo intenso y continuado, sobre un objetivo concreto y con una metodología muy estudiada y definida.
Para una persona que como yo, con vocación pragmático-docente, le gusta comprobar una vez más que lo que enseña realmente sirve para algo. Verlo en funcionamiento y participar en ello es siempre un auténtico placer. Todos los docentes deberían estar obligados a “vivir” por si mismos aquello que luego tienen que enseñar.
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