miércoles, 15 de febrero de 2012

La reforma laboral no ayuda significativamente a mejorar la productividad

Tengo claro desde hace algún tiempo que la única salida que tiene nuestro país es incrementar significativamente su productividad. Nuestro gran problema ha sido siempre - y lo es más ahora - ese. No somos capaces de "producir" suficiente valor económico para soportar el nivel de vida que queremos llevar. Hasta hace unos años, generábamos un buen nivel de ingresos, pero con un valor neto más que discreto y, ahora generamos pocos ingresos que dejan poco valor y, además, tenemos muchos más gastos que antes. Por eso, las cuentas no cuadran. ¿Que se puede hacer entonces? Parece claro que la reducción de gastos tiene un límite, sino queremos tener un conflicto social de grandes dimensiones. Es muy difícil que este país aguante con un número importante de personas con ingresos por debajo del nivel de subsistencia. Se puede argüir que la realidad no es así, y que en la práctica mucha gente sin ingresos "oficiales" vive de la economía sumergida y es probablemente cierto. El problema es que eso no genera valor para la sociedad y, por tanto, no es más que un mal parche. Aunque no lo veamos, para el país sigue siendo un problema, porque hay un montón de gente que no genera valor. La única solución real es incrementar de manera importante la productividad. Eso tiene dos efectos positivos sobre la economía. Se genera más valor, que luego se traduce en impuestos y cotizaciones sociales y se ahorran gastos en términos de prestaciones. ¿Y como incrementar la productividad? Pues en mi opinión solo hay dos formas de hacerlo en un plazo razonable. Por un lado, mejorar la productividad de lo que ya hacemos. Por ahí hay algo de margen, pero poco. España es un país básicamente de servicios y los servicios tienen un límite en la aportación de valor relativo porque requieren mucha mano de obra. Por otro, está lo que para mi es la clave: generar mucha más actividad económica "rentable". Pero ¿En que sector deberíamos generar esta actividad? En los servicios quizás todavía hay margen para seguir creciendo un poco, especialmente en turismo y ocio. El problema es que eso solo tendría efecto sobre la reducción del gasto, pero no sobre la productividad. Todo lo contrario, muy probablemente la haría bajar todavía más, porque el valor neto que aporta, excepto en casos excepcionales, es pequeño. Descartada la construcción por motivos obvios, solo nos quedan dos sectores de actividad, la economía del conocimiento y la industria. La economía del conocimiento es muy importante, pero tiene dos problemas. Por un lado, afecta a un número de personas muy limitado, aquellos que tienen un alto nivel de formación y nuestro paro está compuesto mayoritariamente por personas que difícilmente se pueden incorporar a este tipo de economía. Por otro, sus efectos positivos sobre la productividad son a largo plazo. A corto es difícil, e incluso es posible que requieran recursos que ahora se destinan al gasto, que ya está muy alto. Así que, a corto y medio plazo, solo nos queda un sector, que es la industria. Eso si, la industria de un cierto valor, porque la excesivamente manufacturera no haría mejorar la productividad de forma significativa. Para que la industria sea competitiva en el mundo actual hacen falta sobre todo dos cosas. Un entorno "amistoso", que ayude a su instalación y mantenimiento y una mano de obra competente, flexible y orientada a la productividad, con bajos índices de absentismo y bien formada para aportar realmente valor. ¿La reforma laboral nos ayuda para eso? Pues en mi opinión no ataca los problemas principales que hacen que no se cree industria en nuestro país. Ni aborda en serio el tema de la formación - debería ser obligatorio seguir un programa intensivo de formación monitorizado por la administración, para poder cobrar las prestaciones de desempleo -, ni el del absentismo, que es verdad que se ha reducido con motivo de la crisis pero que, si no cambiamos nada, volvería a subir si se vuelve a crear empleo. Es verdad que se gana algo en cuanto a flexibilidad, pero esa flexibilidad es básicamente aplicable para empresas que están en crisis, pero no para cuando van bien. Así que de momento, no veo que la reforma ayude demasiado. No me imagino a ningún CEO de ninguna empresa en el mundo, pensando que con la reforma se han  generado grandes oportunidades para instalar su industria en España.  Lo del entorno "amistoso" ya ni hablamos ¿no? La mayoría de los políticos todavía siguen teniendo un montón de prejuicios al respecto...

sábado, 4 de febrero de 2012

Avanzando en la racionalidad pero ... ¡no nos quedemos ahí!

Leo con interés en los medios de comunicación que el Ministro de Economía ha tomado medidas efectivas para limitar los salarios de los directivos de los bancos y cajas "ayudadas o intervenidas". Es realmente una buena señal de que algo está cambiando. ¡Por fin!, alguien está tomando decisiones en este país, aunque hay que reconocer que resulta una cierta paradoja que sea este gobierno y no el del PSOE el que haya tomado una medida así. En cualquier caso, mi aplauso a la medida no viene determinado por que en el pasado o en el presente haya tenido algún "encontronazo" con alguna de estas instituciones. No es ese el caso. Creo sinceramente que la medida es del todo racional y  sobre todo un excelente ejemplo de que los abusos y lo privilegios empiezan a acabarse. En el mejor de los casos, Los directivos de estas entidades financieras han demostrado con toda claridad su total incompetencia arruinándolas y, en algunos, incluso una falta total de ética. En uno y otro caso, queda claro que ni merecían ni merecen esos salarios tan desmesurados.

A partir de aquí pienso que es una pena que no sigamos avanzando por este camino. Al fin y al cabo, estas entidades no son las únicas, ni las que más tiempo llevan, viviendo de las arcas del estado. Hay otras muchas organizaciones e iniciativas en este país que sin la inyección de fondos públicos son totalmente inviables. Hoy por hoy ya conocemos los salarios de nuestros gobernantes y parlamentarios de prácticamente todas las administraciones y también los de muchas instituciones y organismos dependientes de ellos. Y he de decir que salvo excepciones, me parecen ajustados. Nada que añadir por esa parte. Ahora bien, hay un importante conjunto de instituciones e iniciativas que pertenecen supuestamente al ámbito privado, pero que mayoritariamente  están soportados por las arcas del estado. ¿Porque no se hacen públicos y, en caso de abusos, se limitan también los salarios de los directivos que las dirigen? Creo que sería igual de procedente.
¿Y a quien me estoy refiriendo? Pues podríamos empezar por las cúpulas de los sindicatos. Sería interesante saber que cobran, por poner un ejemplo, Candido Méndez e Ignacio Fernández Toxo. También estaría bien que se publicaran los salarios de los directivos y principales protagonistas de todas las películas, obras de teatro, etc. que se financian con fondos públicos, que son la mayoría. Podríamos seguir por las principales organizaciones sin ánimo de lucro, como Cruz Roja, Caritas, etc. y, finalmente, porque no decirlo, también los principales periódicos de este país están subvencionados, en mayor o menor medida, por las arcas del estado. Seguro que me dejo algunos, así que animo a todo el que lea este post, a que añada más ejemplos. Creo que la medida tendría un gran apoyo social, comenzando por ellos mismos. Si reflexionamos sobre la lista creo que podemos afirmar sin asomo de duda que dirigentes sindicales, representantes del mundo de la cultura y de los medios de comunicación han estado y están en "primera línea" en la reclamación de más transparencia y ética en nuestra sociedad.