sábado, 26 de febrero de 2011

¿De verdad tenemos que soportar, tanta incompetencia?

¿Alguno de los que nos gobierna de verdad ha pensado un poco? Realmente estoy sorprendido. Soy una persona que utiliza bastante el coche. Mis obligaciones profesionales me obligan con frecuencia a desplazarme y el transporte público no me lo puede solucionar, porque suelo desplazarme a polígonos industriales alejados de sus rutas. Reflexiono sobre el tiempo que estoy en el coche, intento hacer un cálculo aproximado de cuanto paso en el coche a una velocidad superior a 110 km/hora y es realmente un porcentaje muy pequeño. A pesar de hacer bastante autopista, no más de 10%. Mi coche me da una idea de mi velocidad media  y es inferior a 30 km/h, lo cual demuestra claramente que no me lo estoy inventando. Pero además, intento pensar en lo que ocurre cuando voy entre 110 y 120 y me doy cuenta que, cuando eso ocurre, voy prácticamente solo. Es decir, es un % mínimo de tiempo y afecta a un % mínimo de vehículos. Sin embargo si pienso en cuanto tiempo estoy a menos de 30 km/h, incluso parado,  tengo claro que representa la mayor parte de mi tiempo,  más del 60%. Y, en esos momentos, ¡estoy rodeado de coches por todas partes! Es decir la mayor parte de mi tiempo y que afecta a la mayor parte de los vehículos. ¿quien ha hecho ese cálculo de la cantidad de millones de euros que nos vamos a ahorrar con esa medida? Bueno en realidad debería decir ¿quien se lo ha inventado? ¿De verdad alguien cree que los ciudadanos somos tontos?

jueves, 17 de febrero de 2011

Deberíamos empezar a darnos cuenta del lío en el que nos hemos metido…

Los sindicatos de docentes USTEC-STEs, CCOO y FETE-UGT de Catalunya han denunciado hoy que el departamento de Ensenyament que dirige Irene Rigau ha enviado cartas a los directores de instituto anunciándoles recortes de entre el 20% y el 30% de sus presupuestos para gastos corrientes.

Ayer leía está noticia en la Vanguardia y me hacía reflexionar acerca de cual es la mejor forma de afrontar está nueva etapa que estamos viviendo, está mal llamada crisis y que, en mi opinión representa mucho más que eso, representa la necesidad de un cambio  estructural en nuestra sociedad. Un cambio que debe comenzar por redefinir nuestro esquema de valores.

Desde mi punto de vista, ante una noticia como esta caben dos tipos de reacciones. La primera ya la hemos visto. La que han tomado los sindicatos y, al parecer, muchos  de los responsables de los centros. Desde mi punto de vista, es la reacción de los que todavía no han entendido bien en que situación nos encontramos y, por ello, se limitan a “denunciar” y a quejarse por los recortes sin aportar nada, ningún tipo de propuesta de solución. Algunos, lamentablemente, van incluso un poco más allá y, de forma velada eso si, “amenazan” con soliviantar a las familias para presionar a la administración.

Pero hay una segunda reacción posible. La que, ingenuamente por supuesto, a mi me hubiera gustado ver. La que indicaría que hay personas que están empezando a darse cuenta de que las cosas han cambiado. De que la sociedad en su conjunto debe adquirir la conciencia de que aquel no era el camino y un compromiso de cambio. Y, especialmente, deben hacerlo aquellos que administran  los recursos de todos y que, además, van a ser el referente de muchos de nuestros hijos. ¿Y cual podría ser esa segunda reacción? Pues se me ocurren varias iniciativas. He leído que hay quien  se queja de que no van a poder limpiar tanto como lo hacían y que las cosas van a estar más sucias. Estos son los que no han entendido todavía que la mejor manera de conseguir que algo esté limpio, no es limpiarlo mucho, sino hacer todo lo posible para no ensuciarlo. Otros se han quejado de que no van a poder asumir el coste de la energía que consumen. Estos son suelen ser de esos que, mientras en la clase de sociales o de ciencias, se llenan la boca de “sostenibilidad”, todavía no se les ha ocurrido hacer un plan de ahorro de consumo en sus propias instalaciones. Y podría poner muchos más ejemplos. A todos estos que se quejan, yo les diría que empiecen a darse cuenta de que es necesario tomar el “toro por los cuernos”. En vez de "llorar", aprovechen la ocasión para iniciar programas internos de comunicación  en los que responsabilicen  a toda la comunidad escolar, profesores, alumnos y sus familias, para que usen los recursos públicos con respeto y responsabilidad. Para que eviten ensuciar las paredes, los suelos y las mesas y las sillas de los institutos y así se gastará menos agua y menos tiempo en limpiar o tener que repintar. Que sean mucho más respetuosos con todos los bienes de la escuela y así se gastará menos en mantenimiento. Que organicen concursos de ideas para reducir el consumo de energía, agua, papel o cualquier otro suministro o fungible. Que se organicen e impulsen proyectos entre todos para aprovechar uniformes, libros y demás material de unos cursos a otros. Con ello, conseguirán que los recortes de presupuesto puedan ser asumidos y otras cosas mucho más importantes, como pueden ser el transmitir de la mejor forma posible, con su propia actitud, a alumnos y familias valores muy importantes como el respeto y el ahorro y, de paso, se ganarán el respeto que tanto reclaman.

viernes, 11 de febrero de 2011

Cuando la diferenciación está en la capacidad de gestión...

Empecé la semana muy bien y la he acabado mejor. Jueves y viernes he participado en unas jornadas con un grupo de directivos de una empresa familiar catalana. ¡Una gozada! Empresa familiar de tamaño mediano que compite en un mercado hipermaduro. Dicho así, podría parecer otra cosa. ¿De que creéis que hemos estado hablando? ¿De la crisis?, ¿de problemas financieros? ¿De reestructuración?. Pues no, todo lo contrario. La empresa ha doblado su tamaño en los últimos cinco años y ha crecido más de un 25% en los últimos dos (en plena crisis) cuando el mercado se ha reducido un 7%. ¿La clave? Creo que el resumen de lo que hemos hecho estos dos últimos días da en buena parte las respuestas. Impulsado desde el Consejo de Administración y liderado por el Director General, el jueves estuvimos compartiendo la definición y concreción de su plan estratégico con ¡15 directivos! de primer y segundo nivel. El plan es aprovechar las oportunidades para seguir creciendo, mejorando la rentabilidad y reduciendo el riesgo.El equipo está formado por profesionales no familiares, con una edad media de menos de cuarenta años, que combinan experiencia, formación/conocimiento, ilusión a raudales e implicación. Pocas empresas conozco que impliquen a tantos profesionales en “estas labores”. Pero claro, cuando viene la implantación, un plan tan participativo siempre es más “rico” en ideas y realista, en la medida en la que más profesionales se han implicado en su definición. Luego está la motivación para llevarlo a cabo. Sobran las palabras ¿no?
Y esa es la clave, su diferenciación no está en la gama de productos, ni en la estrategia de precios, ni en la innovación. Su diferenciación está en haber creado un equipo y un estilo que les permite desarrollar una óptima capacidad de gestión de la gama, de la innovación, de la calidad, o de lo que sea. Y eso es diferenciación de verdad, porque es muy difícil de copiar. En fin, un orgullo formar parte de este equipo.

martes, 8 de febrero de 2011

Practicar con el ejemplo

En el AVE a Barcelona, reflexionando sobre el trabajo realizado en los últimos días. Vengo de una excelente experiencia, en la que ha quedado demostrado que hay enfoques que funcionan de verdad en la práctica. Dos días literalmente "encerrados" para desarrollar un VSM (Value Stream Mapping) de un proceso estratégico con un cliente. Al acabar, valor añadido a raudales. Tres claves para que esté funcionando. La primera, un grupo de directivos con una excelente predisposición para aportar, absolutamente desprovistos de falso orgullo, poniendo encima de la mesa todas sus “supuestas vergüenzas profesionales” y con una gran motivación para aprender y mejorar. Por la posición que ocupan cada uno de ellos, hubieran podido adoptar una actitud mucho más distante y reservada, pero no lo han hecho. Se han mojado hasta el fondo y, sin dudar han puesto encima del tapete todas aquellas cosas que creían que tenían que mejorar. La segunda clave, la excelente conducción realizada por Josep Aguilar de Crealor un “profesional como la copa de un pino” con el que tengo el honor de compartir partenariado en este proyecto. La tercera clave, sin duda, el enfoque. Esfuerzo intenso y continuado, sobre un objetivo concreto y con una metodología muy estudiada y definida.

Para una persona que como yo, con vocación pragmático-docente, le gusta comprobar una vez más que lo que enseña realmente sirve para algo. Verlo en funcionamiento y participar en ello es siempre un auténtico placer. Todos los docentes deberían estar obligados a “vivir” por si  mismos aquello que luego tienen que enseñar.