jueves, 17 de febrero de 2011

Deberíamos empezar a darnos cuenta del lío en el que nos hemos metido…

Los sindicatos de docentes USTEC-STEs, CCOO y FETE-UGT de Catalunya han denunciado hoy que el departamento de Ensenyament que dirige Irene Rigau ha enviado cartas a los directores de instituto anunciándoles recortes de entre el 20% y el 30% de sus presupuestos para gastos corrientes.

Ayer leía está noticia en la Vanguardia y me hacía reflexionar acerca de cual es la mejor forma de afrontar está nueva etapa que estamos viviendo, está mal llamada crisis y que, en mi opinión representa mucho más que eso, representa la necesidad de un cambio  estructural en nuestra sociedad. Un cambio que debe comenzar por redefinir nuestro esquema de valores.

Desde mi punto de vista, ante una noticia como esta caben dos tipos de reacciones. La primera ya la hemos visto. La que han tomado los sindicatos y, al parecer, muchos  de los responsables de los centros. Desde mi punto de vista, es la reacción de los que todavía no han entendido bien en que situación nos encontramos y, por ello, se limitan a “denunciar” y a quejarse por los recortes sin aportar nada, ningún tipo de propuesta de solución. Algunos, lamentablemente, van incluso un poco más allá y, de forma velada eso si, “amenazan” con soliviantar a las familias para presionar a la administración.

Pero hay una segunda reacción posible. La que, ingenuamente por supuesto, a mi me hubiera gustado ver. La que indicaría que hay personas que están empezando a darse cuenta de que las cosas han cambiado. De que la sociedad en su conjunto debe adquirir la conciencia de que aquel no era el camino y un compromiso de cambio. Y, especialmente, deben hacerlo aquellos que administran  los recursos de todos y que, además, van a ser el referente de muchos de nuestros hijos. ¿Y cual podría ser esa segunda reacción? Pues se me ocurren varias iniciativas. He leído que hay quien  se queja de que no van a poder limpiar tanto como lo hacían y que las cosas van a estar más sucias. Estos son los que no han entendido todavía que la mejor manera de conseguir que algo esté limpio, no es limpiarlo mucho, sino hacer todo lo posible para no ensuciarlo. Otros se han quejado de que no van a poder asumir el coste de la energía que consumen. Estos son suelen ser de esos que, mientras en la clase de sociales o de ciencias, se llenan la boca de “sostenibilidad”, todavía no se les ha ocurrido hacer un plan de ahorro de consumo en sus propias instalaciones. Y podría poner muchos más ejemplos. A todos estos que se quejan, yo les diría que empiecen a darse cuenta de que es necesario tomar el “toro por los cuernos”. En vez de "llorar", aprovechen la ocasión para iniciar programas internos de comunicación  en los que responsabilicen  a toda la comunidad escolar, profesores, alumnos y sus familias, para que usen los recursos públicos con respeto y responsabilidad. Para que eviten ensuciar las paredes, los suelos y las mesas y las sillas de los institutos y así se gastará menos agua y menos tiempo en limpiar o tener que repintar. Que sean mucho más respetuosos con todos los bienes de la escuela y así se gastará menos en mantenimiento. Que organicen concursos de ideas para reducir el consumo de energía, agua, papel o cualquier otro suministro o fungible. Que se organicen e impulsen proyectos entre todos para aprovechar uniformes, libros y demás material de unos cursos a otros. Con ello, conseguirán que los recortes de presupuesto puedan ser asumidos y otras cosas mucho más importantes, como pueden ser el transmitir de la mejor forma posible, con su propia actitud, a alumnos y familias valores muy importantes como el respeto y el ahorro y, de paso, se ganarán el respeto que tanto reclaman.

4 comentarios:

  1. Estimado Profesor:
    Estoy de acuerdo en que todavía no hemos tenido “suficiente” crisis, en el sentido de que todavía no hemos asimilado el necesario cambio de mentalidad para el siguiente salto hacia adelante. Hay que buscar factores endógenos para esta situación, ya el resto del mundo está despegando. No culpemos a los empresarios ni a los emprendedores nacionales, ya que los proyectos españoles en el exterior triunfan.

    Y dentro de estos factores endógenos, habrá que pensar en los sindicatos y en los servicios públicos, sectores que tú mencionas aquí. A los sindicatos les pediría que dejaran de buscar culpables fuera. Siguen con los mismos discursos de hace años. Como decía Einstein “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

    Sobre los servicios públicos, como en el caso del instituto que mencionas, yo les pediría, además de que se centren en economizar recursos, que recuperen el concepto de “cliente”. ¿A alguien le han pedido una valoración del servicio prestado a la salida de un trámite con la administración?

    Saludos,

    Roberto Vázquez Lucerga
    http://es.linkedin.com/in/robertovazquezlucerga

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con este artículo. Me recuerda al libro 'quién se ha llevado mi queso' o 'dónde está mi queso', no recuerdo exactamente cuál de los dos. Nos quitan el queso y, en vez de quedarnos todo el rato lamentándonos, tenemos que comenzar a movernos. Esto significa pensar cómo utilizar eficientemente los recursos sin despilfarrarlos. Vamos, lo que se ha venido haciendo hasta ahora, cuando estábamos en la cresta de la ola.

    Efectivamente, Roberto, con dos o tres años de crisis no creo que hayamos aprendido nada. Somos como somos y dentro de un tiempo olvidaremos todo y volveremos a las andadas.

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  3. Estimado Luis,
    cuánta razón tienes.
    Confiemos en que cada vez somos más los que pensamos en seguir desarrollando los valores que ya nos enseñaron nuestros antecesores. El valor del esfuerzo, del sacrificio, del trabajo para un bien común, en definitiva, seguir con la ilusión y sobre todo con la actitud de querer solucionar las cosas. Concentrémonos en trabajar y en seguir remando este barco para llevarlo a buen puerto. Entre todos, estoy segura que lo conseguiremos. Mar Marcos

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  4. Totalmente de acuerdo Luis.
    Dejemos de culpabilizar a los unos y los otros y pongamonos manos a la obra en el "rediseño social del mundo", recuperando esos valores perdidos de trabajo, esfuerzo, humildad, conocimiento, aprendizaje, inversión, ... y mirando el futuro con ilusión y optimismo. Basta YA de quejicas, de llorones, de gente que sin pegar un palo quieren aquello que no les corresponde...
    Asumamos que NO ESTAMOS EN CRISIS ECONÓMICA SINO EN CRISIS DE MODELO y nos toca cambiar el chip para avanzar.
    Adelante

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