miércoles, 17 de octubre de 2012

Oportunidades de mejora (III)


Estando como estamos, en pleno proceso electoral, creo que podríamos encontrar también oportunidades de mejora en el proceso de votación. Dejaré de lado la supuesta "solución definitiva", que sería la votación electrónica. Para poder implantarla de forma efectiva, deberían hacerse inversiones muy importantes en tecnología y en comunicación y formación de votantes y no creo que las administraciones estén en estos momentos para "estos trotes".

Sin cambiar radicalmente el proceso, de entrada, podríamos empezar por organizar las cosas para que los ciudadanos pudiéramos comprobar si estamos correctamente censados a través de internet. En este caso, todo el mundo saldría ganando. Las administraciones podrían ahorrarse un buen puñado de euros, dejando de enviar la tarjeta censal por correo a casa de cada votante. Los votantes, dejarían de perder el tiempo o bien yendo al censo electoral o, peor aún, intentando averiguar de que forma pueden consultar esta información. Es verdad que, si tienes DNI electrónico en teoría puedes consultarlo por internet pero en la práctica, o es muy complicado o realmente no es posible (yo, desde luego, no lo he conseguido). El tercer beneficio sería que conseguiríamos un poco más de participación, especialmente entre la gente joven, que es con la que más errores se cometen en el envío de la tarjeta censal.

En segundo lugar, podríamos pensar también en "innovar" en el propio sistema de votación. La verdad es que pocas veces en las que he votado, he tenido que hacer cola. Bien al contrario, la mayoría de ellas, a pesar de haber ido en supuestas "horas punta", me he encontrado con los colegios prácticamente vacíos. Pienso sinceramente que podría reducirse su número, especialmente en poblaciones grandes, con el consiguiente ahorro de costes. Otro "desperdicio" fácil de solucionar es el del papel. Os confieso que soy claramente partidario de las listas abiertas pero, como de momento es solo un "quimera", ¿para que imprimir los nombres de todos los miembros de cada lista? Se podrían hacer papeletas mucho más pequeñas, poniendo solo el nombre del partido o coalición o, a lo sumo, el de los cinco primeros de la lista. El que quisiera saber más podría consultarlo por internet o en listas impresas en los colegios. Incluso se podría pensar en una única papeleta con todos los nombres de los partidos que se presentan y recuadros para marcar el elegido (similar a las papeletas para el senado). Los ahorros en material y en su logística serían importantes.

La tercera oportunidad de mejora podríamos encontrarla en el recuento. Creo que es relativamente sencillo mejorarlo. En caso de una papeleta por partido, bastaría con que se utilizaran papeletas de distintos colores/tonos para cada uno. El recuento sería mucho más rápido. En el caso de una sola papeleta, se podría pensar en un sistema de "perforación" para marcar la elección de cada votante y, después, con unas simples "plantillas" el recuento sería sencillísimo.

Como puede comprobarse es relativamente fácil mejorar las cosas. Solo hace falta conciencia de que se gestionan recursos que no son propios y capacidad de gestión para convertir las ideas en proyectos prácticos. En las próximas semanas más.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por la nueva entrada en tu blog.

    Desde mi punto de vista, hay muchas mejoras en todo el proceso electoral, como muy bien comentas en esta entrada del blog. Este proceso lo llevamos utilizando desde hace años y lo mejor de ello es que tenemos controlados sus riesgos de seguridad. Un problema de seguridad en el proceso de votación tendría unas consecuencias desastrosas.

    Por eso, introducir el voto electrónico mejoraría notablemente la eficiencia, pero no tenemos muy claro como afectaría a la seguridad. Un nuevo entorno tecnológico supone nuevas amenazas de seguridad de las que podemos preveer algunas, pero nunca todas.

    Como experto en seguridad conozco el proceso tecnológico usado en el voto electrónico y considero que la seguridad es muy aceptable, pero por otra parte el sistema actual ineficiente nos permite controlar muy bien la seguridad de todo el proceso.

    Personalmente, prefiero los riesgos de seguridad del sistema actual que conocemos bastante bien a los riesgos potenciales del voto por correo.

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  2. Coincido contigo en la importancia de primar la seguridad por encima de la eficiencia pero, en cualquier caso, valdría la pena hacer una reflexión. Cuando el proceso actual se puso en marcha, se hizo asumiendo riesgos (todavía recuerdo que en los inicios de la democracia era habitual que los partidos políticos hicieran votar por correo a personas que estaban muertas). Después, poco a poco, se ha ido optimizando el proceso, para ir haciéndolo cada vez más seguro, aunque si alguien se lo propusiera, el actual sigue siendo vulnerable. Siempre que hay un cambio, hay riesgos y creo que es totalmente imposible controlar al 100% la seguridad en el momento en el que se hacen. Pero la única manera de avanzar, es correr algunos riesgos, aprender de los errores y corregir.

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